Mula (Anna Krotoska) vive en una casa de campo, junto con su marido (Rafał Cieluch), su madre enferma (Anna Zubrzycki) y su hija Nina (Laila Hennessy). El fin de semana anterior a la primera comunión de Nina, reciben la visita del hermano de Mula (Rafał Kwietniewski), acompañado de su familia, y de Kaja (Małgorzata Szczerbowska), la hermana pequeña de Mula, que llevaba seis años desaparecida. Kaja, de personalidad inestable, es la madre biológica de Nina, por lo que Mula teme que quiera llevarse a la niña. Los demás miembros de la familia, que al principio marcaban distancias con Kaja, empiezan a creer en un nuevo comienzo y en la reconciliación entre las hermanas. Ante esta situación, Mula se siente cada vez más frustrada, así que decide echar a su hermana de casa. Finalmente, el día de la primera comunión de Nina las hermanas se reconcilian, pero resulta que existe otro motivo, más importante, para el regreso de Kaja...
Según la directora de la película, “El núcleo del film está formado por las dos hermanas. Una de ellas representa el mundo material, y la otra, el espiritual. Una es una torre; la otra, una aparición. A lo largo de la película nos trasladamos desde una dimensión en la que vive una de ellas, a otra en la que vive la segunda. Y la película se transforma también. Es una al principio, y otra muy distinta al final…”