María Luisa Elío

MARÍA LUISA ELÍO  (Pamplona 1926 – Ciudad de México 2009)

La niña María Luisa Elío Bernal se vio obligada a huir de Pamplona junto a su madre y hermanas al poco del golpe de estado de Mola en 1936. Su padre, reputado juez de paz de la ciudad, de ideario republicano y socialista, estaba en paradero desconocido, posiblemente muerto. A partir de entonces la pequeña inicia un periplo que le hace vivir situaciones que Dickens no hubiese dudado en asumir como suyas para sus novelas. Una vez ya en México, la adolescente María Luisa, hace sus pinitos cinematográficos. También se esmera en ser una gran actriz de teatro, su pasión, que cultiva con las enseñanzas del japonés de vanguardia, Seki Sano y del grupo experimental de “Poesía en Voz Alta” de Octavio Paz. Casualmente, su relación con premios Nobel o Cervantes fue un algo habitual en su vida, marcada sobre todo, por su exilio, el recuerdo y la nostalgia hacia Pamplona, que plasma en su obra Tiempo de llorar, relato que configura la película En el balcón vacío (1962). El filme, tan fascinante como necesariamente irregular por su factura, fue el primero sobre el exilio, realizado y dirigido por exiliados republicanos, y lo dirigió Jomí García Ascot, su entonces marido. En la película, María Luisa Elío (La furia de Pamplona, se le llamó durante el rodaje, por su carácter) interpreta su propio personaje adulto, revive la traumática experiencia de su huida de niña y se imagina y adelanta ocho años a su regreso real a su ciudad, éste ya de 1970. Gabriel García Márquez le dedicaría la primera edición en castellano de su novela Cien años de soledad.