Es el año 1968 y Martin Luther King, Robert Kennedy y Bobby Hutton han sido recientemente asesinados. Mientras, en Nigeria, la guerra civil entra en su segundo año sin final a la vista. Gabriel, un joven nigeriano que vive en San Francisco, pivota entre ambos mundos en una historia que refleja las fricciones tribales, personales y raciales de los tumultuosos años sesenta.
Según relata Schickele, quien se convierte en el narrador de la película, la trama originalmente iba a concluir con la falsa acusación de un crimen y la deportación de Gabriel. Sin embargo, un giro inesperado ocurrió cuando el actor principal, Paul Eyam Nzie Okpokam, fue injustamente acusado de terrorismo, encarcelado y luego expulsado a Nigeria. Este evento, que captó la atención mediática en su momento y detuvo la filmación por más de un año, transformó a Bushman en una hábil amalgama de realidad y ficción. Además, se convirtió en un claro ejemplo del racismo arraigado en los Estados Unidos, más evidente y tangible que nunca.
Presenta Patxi Burillo