Un camino olvidado, una cámara vieja y un burro llamado Paolo. Estos tres elementos conforman Zinzindurrunkarratz, recorrido poético por una memoria de otro tiempo de la que sólo quedan fragmentos. Oskar Alegria, pertrechado con su super-8, regresa a los senderos por los que caminaron sus abuelos, en las montañas de Artazu, en Navarra, para registrar los ecos de un mundo que ya no existe. A partir de imágenes mudas y sonidos ciegos, la película, construida a modo de diario y cuyo título hace referencia a la pronunciación onomatopéyica en euskera de una brisa ligera (zinzin), una piedra que cae (durrundurrun) y una cumbre golpeada por un rayo (kurruzkarratz), tiende puentes con la filmografía de Jonas Mekas y revela una personalidad única capaz de recordar al espectador que aún queda mucho que descubrir en el cine.
Oskar Alegría es cineasta, programador y profesor de cine nacido en Pamplona. Entre 2013 y 2016 fue director artístico del Festival Punto de Vista en Navarra. Debutó como director en 2012 con Emak Bakia baita. Ese trabajo fue seleccionado en festivales internacionales de Buenos Aires (BAFICI), Edimburgo, Telluride, San Sebastián, y Shanghái, entre otros, donde ganó 17 premios. Su segundo largometraje, Zumiriki (2019), tuvo su estreno internacional en la sección Orizzonti de la Mostra de Venezia y ganó el premio a la Mejor película de no ficción en el apartado Nuevas Olas del Festival de Sevilla. Zinzindurrunkarratz (2023) tuvo su estreno mundial en el Festival de Telluride.
Presentación y coloquio con Oskar Alegría