Cheng Huan deja su país natal, China, para difundir la doctrina de Buda en Inglaterra. Su idealismo se desvanece cuando se enfrenta a la realidad brutal de la ciudad de Londres. Sin embargo, su misión es finalmente redimida debido a la devoción que experimenta por Lucy, la hermosa hija no deseada de un boxeador de los bajos fondos.
La culpa ajena es una de las grandes películas de la historia del cine mudo. A diferencia de otros trabajos más ambiciosos del director como El nacimiento de una nación o Intolerancia, esta es una película de pequeña escala que utiliza ambientes controlados en estudio para un efecto más íntimo. En su estilo visual, Griffith destaca los ambientes sórdidos de Limehouse, contrastando con la relación inocente entre Cheng y Lucy. La película inspiró a directores como Pabst y Sternberg, influyendo en el "cine negro". Griffith no estaba seguro de su producto final y le llevó varios meses el poder completar el montaje final.
Con acompañamiento de piano en directo a cargo de Javier Asín y presentación de Juanjo Ezquerro, autor del libro recientemente publicado sobre Lillian Gish.