Hace más de setenta años, un hombre, un trabajador e hijo adoptivo de nuestra tierra (Argentina), comenzó en Comandante Luís Piedra Buena una hazaña que para su época y la Historia constituye un hecho inigualado y que ratifica una vez más la calidad humana de nuestros pioneros. Palabra, tesón, hombría, fortaleza física y espiritual fueron condiciones necesarias con las que contó Guillermo Isidoro Larregui, que de él se trata, para realizar el recorrido desde Piedra Buena hasta Buenos Aires (el primero de cuatro que completó) a pie y empujando una carretilla con más de cien kilos de equipo.
El protagonista de esta historia, Guillermo Isidoro Larregui, nació en Pamplona en 1885, llegó a la Patagonia Sur en 1919 a trabajar como obrero del petróleo. Instalado en Piedra Buena, en 1935, a sus cincuenta años, en una porfía con sus amigos aceptó el desafío de realizar “un récord que supere a los norteamericanos” (que tan en boga estaban en esa época): llevar a pulso una carretilla a través de más de tres mil kilómetros hasta la Capital Federal.
“Una “road movie” protagonizada por un raidista en pos de su objetivo, sus obstáculos, sus dudas, sus respuestas y el afán de demostrar(se) que se trata de aceptar, enfrentar y vencer el desafío, como el Vasco, aún cuando la crisis parece terminal. Una metáfora, tal vez, de los argentinos en la hora. Nuestra cámara describirá la soledad, la pugna y el esfuerzo en la inmensidad y la belleza del paisaje patagónico, pero por sobre todo estará muy cerca de la condición humana, recatando los valores de tesón para la lucha, la hidalguía de cumplir con la empresa propuesta y la hombría ante el esfuerzo necesario.”