Para Mona, el día de su boda es el más triste de su vida. Una vez que cruce la frontera entre Israel y Siria para casarse con la estrella de la televisión siria, Tallel, no podrá volver jamás con su familia en Majdal Shams, un poblado druso bajo el control israelí en los Altos del Golán. La historia de Mona es una de fronteras físicas, mentales y emocionales y el deseo por cruzarlas. La historia de una familia separada por diferencias de tradición, políticas y prejuicios. En el Medio Oriente, una vez que se cruza una frontera, casi nunca hay forma de regresar.
“Cada cineasta alimenta la esperanza de que su film aportará un poco más de comprensión, un poco más de compasión, un poco más de tolerancia o, en lo que concierne al Cercano Oriente, un poco más de paciencia. Es con ese espíritu que hice La novia siria, inspirándome en el amor. El amor de la libertad y del espíritu de la libertad, el amor de los paisajes físicos y emocionales que rodean a cada uno de nosotros. El amor de las mujeres que luchan por preservar su lugar en el mundo, el amor de aquéllos que continúan soñando y esperando, aquí, del otro lado de la frontera, en todas partes. Para contar esta historia, elegí un registro pesimista, o tal vez optimista –pero más probablemente “optimista”- en otras palabras, un registro que se adapta bien a la región del mundo y a la época en la que vivimos”.(Eran Riklis)
Presenta la sesión y el ciclo Beatriz Leal, coorganizadora de esta programación.